RELATO 7

Las olas sacudían el navío con furia. Beth cerró los ojos, completamente mareada. No obstante, una dulce sensación la invadía al recordar que había logrado escapar…

Aquel viejo con el que iban a casarla no estaba hecho para ella. Su padre se lo había presentado durante un baile celebrado en su honor y desde el principio, su prometido la había repugnado por su forma obscena de mirarla. Pero era asquerosamente rico, algo que hizo comprender a la muchacha que para su desgracia, ella no dejaba de ser la hija de un gobernador, a la que su progenitor movía como un peón según su conveniencia.

Por lo que cuando Swordsea atacó la isla con sus piratas y acudió a la mansión pretendiendo raptarla, Beth casi se le arrojó a los brazos. Aquel hombre era guapo y galán. Además, entre ambos había una atracción que los seducía y que crecía cada día, a pesar del mal tiempo y de las sirenas que intentaban atraer a los marineros.

“Como vea a otra de esas busconas caníbales le pego un tiro” pensó la chica. Nadie rompería el prometedor, idílico y aventurero futuro que la esperaba, a menos que el barco se hundiera primero…

RELATO 8

Kass disfrutaba en su colchoneta, mecida suavemente por las olas. Mientras tanto, su marido braceaba a su alrededor en líneas rectas, dándole unos instantes de serenidad.

De vez en cuando la mujer miraba hacia la paradisiaca orilla, que se le antojó espectacular. “Una cala preciosa” reflexionó. No entendía por qué nadie acudía allí, le parecía una de las mejores playas de toda la isla…

—Estás de gloria, ¿eh cariño? —le dijo Jim de repente, antes de apoyarse sobre la colchoneta, que se sumergió un poco.

—¡Burro! —le regañó ella, quedando cegada por un rayo de sol… Formó una visera con la mano y cerró los ojos un momento, notando un brusco movimiento en el agua… al volver a mirar, su pareja se había esfumado…

—¿Jim?

Kass pensó que la quería asustar y se incorporó un poco… De repente la mano de su esposo sujetó la colchoneta con fuerza, hundiéndola parcialmente y a su alrededor el agua comenzó a volverse roja… La mujer gritó histérica e intentó estirar a su marido hacia arriba, quedándose con el brazo… Chilló, más al ver que del agua surgía una criatura humanoide de grandes fauces, que la miraba fríamente, como si fuera una presa…

Me llamo Ramón Márquez Ruiz y soy escritor, diseñador gráfico e ilustrador. Bienvenidos a Novelesco. Si deseas saber más cosas sobre mi, clica abajo. Muchas gracias por leerme ; )

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

He leído y acepto la política de privacidad

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies propias y de terceros para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Entre sus funciones están la de analizar el tráfico web e implementar las redes sociales. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies
error: Content is protected !!
Share This