¡BAM!

¡BAM!

Una mueca apenas perceptible cruzó el rostro de Lennerman.

—¿Y bien? —insistí, picando con la tapa de la estilográfica sobre el folio.

—Señor Eldorf, creí haberle dejado claro que durante la entrevista no iba a responder a preguntas de índole personal.

Me había costado mucho  conseguir aquella oportunidad y no podía desaprovecharla. El galán mostraba indicios de haber perdido la paciencia, remarcándome que debía actuar ya y lanzar el comodín que tenía bien guardado bajo la manga. Apreté los labios y abrí el portafolio que usaba para escribir.

—Pues eso es justo de lo que deseo hablar —dije, mientras sacaba una fotografía y la dejaba sobre la mesita de caoba que nos separaba.

Lennerman la observó y arqueó las cejas, sorprendido. Una copia de sí mismo y la mujer desnuda nos miraban indignados desde un lecho revuelto. A pesar de ser una instantánea mal tomada ella no perdía ni un ápice de belleza.

—¿Cómo la ha conseguido? —preguntó él, tajante.

—Tengo mis medios.

Una sonrisa lobuna cruzó sus facciones. No me gustó nada.

—¡Ya comprendo! —exclamó—. ¡Usted era el fotógrafo pervertido!

Intenté parecer impávido. Yo no era esa clase de hombres. Pero me había llegado un soplo y acudí, buscando una exclusiva que acabó siendo mucho más. Nunca imaginé que me toparía con la dolida viuda de Richard Hansen, el magnate del petróleo más rico de Estados Unidos, retozando en la cama con Lennerman, el gigoló. ¡Bam!

—Un millón de dólares —solté, serio.

—¿Perdón?

—Es el precio de mi silencio por no publicar la fotografía, tomada la misma tarde en la que Hansen fue enterrado.

Lennerman me estudió. Luego todo sucedió muy deprisa. Alguien, desde atrás, rodeó mi cuello con un tipo de cordón. Intenté forcejear en vano.

—Será que no, señor Eldorf —dijo el galán. Y entonces sonrió.

Me llamo Ramón Márquez Ruiz y soy escritor, diseñador gráfico e ilustrador. Bienvenidos a Novelesco. Si deseas saber más cosas sobre mi, clica abajo. Muchas gracias por leerme ; )

RESEÑA: HÉROES DE COBRE

RESEÑA: HÉROES DE COBRE

Marta Álvarez tiene un fantástico canal de youtube, gracias al cual la conozco desde hate tiempo. Es una joven muy entusiasta que te contagia la fascinación que siente hacia el mundo de la literatura juvenil. Y que en muchas ocasiones ha conseguido despertar mi curiosidad hacia autores o libros totalmente desconocidos para mí. 

Desde que la descubrí he seguido sus aventuras y me ha encantado ver como ha pasado de hablar sobre literatura, a también crearla con su saga Mystical, —que ya cuenta con cuatro tomos publicados y un libro de arte— y Héroes de Cobre, la novela sobre la que os voy a hablar hoy, que ha escrito a ocho manos junto a una de sus mejores amigas, Iguazel Serón. Las dos forman un tándem fantástico que tiene cuerda para rato. De Iguazel no puedo hablar mucho más pues acabo de conocerla. Tuve el placer de asistir a la presentación de esta novela en Barcelona y desvirtualizarlas a las dos. Incluso llegué a preguntarles algunas cosas sobre la creación de la obra. Y añadiré que ha sido una lectura que, en general, me ha gustado mucho.

Ahora sí, una vez hechas las presentaciones hablemos sobre Héroes de Cobre.

La novela transcurre en un mundo SteamPunk en el que la magia convive con la tecnología. La trama nos presenta el reino de Galvania, que ha tenido la desgracia de perder a su rey de forma prematura. Y se centra alrededor de trece personajes muy distintos entre sí, que participan en una competición digamos, muy poco convencional. ¿Que cual es el premio? Pues resulta que el trono, nada menos. Para lograr la victoria los protagonistas han de participar en equipos y partir en busca de objetos mágicos repartidos a lo largo y ancho de Galvania. Por si esto fuera poco, una oscura amenaza se cierne sobre todo el reino…

Héroes de cobre es una novela que se lee muy deprisa y te atrapa fácilmente. Las autoras han trabajado mucho el world building y eso se nota. Saben dibujar las diferentes regiones que componen Galvania con muchos detalles que no entorpecen el hilo de la narración.  En el tema Steampunk no innovan ni tampoco era necesario que lo hicieran. Con esto quiero decir que han cogido las “convenciones del género” y han trabajado sobre ellas para dotar a la obra de un carácter propio. Huelga decir que lo consiguen muy bien. 

Otro acierto a destacar es el tema de la magia. Como buena novela de fantasía sigue una regla de oro —y ojo, esto para mí es un detalle imprescindible—. Lo arcano NO ES GRATIS y suele tener un coste energético para quien lo practique. O al menos para todo aquel que no sea un Ilimitado, una clase de persona poco usual que nace con la extraña habilidad de no poseer restricciones ante la magia y puede usar —y abusar mucho y muy duro— de ella. Este detalle está conectado con el “Lore” y llega a integrarse de forma activa en la trama de la novela, pues Montre —uno de los protagonistas— es precisamente uno de ellos. Además de todo un buen y jodido bastardo. 

No menciono a este personaje porque sí, pues me lleva a uno de los puntos negativos de la novela. 

Me explico: Los protagonistas están muy bien construidos y dotados de personalidades definidas, con sus sueños y aspiraciones, sus miedos y sus traumas. Te harán reír, te tocarán la patata y también te harán sufrir mucho, advertidos estáis. Todos y cada uno de ellos son muy diferentes entre sí y abarcan un amplio rango social del reino, pues para que la competición sea democrática, se permite participar a cualquier joven que lo desee. El lector siente empatía hacia ellos casi sin ser consciente de ello y sigue sus andanzas con avidez.

Pero con Montre no sucede lo mismo, aunque sin dar muchos detalles, es obvio que empatía precisamente, no era lo que las autoras querían transmitir. Y eso está bien.  El problema viene porque este PJ no deja de ser, en ningún momento, un “Cruelo Devil”, para que nos entendamos. Durante la lectura me despertaba sensaciones encontradas. Por un lado no siento que esté mal construido, pero por el otro me da la impresión de que no está todo lo bien resuelto que me gustaría. Es como un Sí pero No al mismo tiempo. 

Lo que es un auténtico acierto por parte de Marta e Iguazel es que obligan al lector a ser testigos del camino que recorre este peculiar personaje al que en ocasiones, y tan ricamente, tirarías por un precipicio. Perdonad que suene críptico. Estoy intentando explicarme sin dar muchos detalles, espero no haberme excedido.

En cuanto a la estructura de la trama, diré que pese a ser convencional, funciona de maravilla. Héroes de cobre es una novela río y coral. Cada capítulo está centrado en uno de los jóvenes que participan en la competición y el narrador se adapta sin devorar al resto de las voces. Además el guión gira varias veces sorprendiendo al lector, pues resulta que no todo es lo que parece y poderes ocultos aprovechan la brecha del fallecimiento del monarca para instaurar el caos. No quiero añadir más cosas al respecto por no «Espoilearos», prefiero que lo descubráis por vosotros mismos.

Por último mi yo ilustrador/diseñador/bala perdida del arte necesita destacar tanto el fantástico trabajo de la Ilustradora Medusa Doll Maker, que dota de rostro a todos los personajes, como el de Nocturna, una editorial de la que me declaro fan. De Medusa diré que llevo tiempo siguiendo su trabajo y no me extraña que las autoras de la novela estén encantadas con ella. Y de Nocturna, que me encantan todas sus ediciones y el mimo con el que las hacen. Podría deciros muchas cosas más, aunque prefiero terminar aquí la reseña. 

Si he logrado despertar vuestro interés ya sabéis. Héroes de cobre es una fantástica novela juvenil con la que pasar los últimos días de Verano. Un Verano que por otro lado, me ha seducido para apartarme de Novelesco muy fuerte, jeje.  ¿Que tendrá el calor para reventarnos las neuronas? Muchas gracias por otorgarme un poco de vuestro tiempo. Esto ha sido todo por ahora.

¡Espero que volvamos a encontrarnos en otra ocasión!

Me llamo Ramón Márquez Ruiz y soy escritor, diseñador gráfico e ilustrador. Bienvenidos a Novelesco. Si deseas saber más cosas sobre mi, clica abajo. Muchas gracias por leerme ; )

LA VENTANA ABIERTA

LA VENTANA ABIERTA

Julio permanecía sentado al borde de la cama. La persiana bajada apenas permitía que algunos rayos furtivos entraran en la estancia, acrecentando el aire melancólico que imperaba en el ambiente. El hombre no se atrevía a darse la vuelta. El lecho vacío que se abría a su espalda le parecía inmenso, tan grande como un desierto aterrador.

—Abuela, necesito estar solo.

Carmen suspiró al ser descubierta y se acomodó junto a su nieto. Ella llegaría muy pronto y más le valía prepararse.

—¡Tonterías! —exclamó la mujer—. En la oscuridad y la soledad no arreglarás nada, créeme. Yo experimenté lo mismo hace tiempo. Y sucumbí, como hicieron los demás.

Entonces Julio se volvió para observar aquel rostro que tantas veces había visto en fotografías en blanco y negro. Pese a la penumbra podía verlo con claridad.

—Lola se ha ido —sentenció a continuación con amargura—. He enviudado a los treinta y seis, la misma edad con la que lo hizo mamá, la misma con la que también lo hiciste tú.

Carmen esbozó una sonrisa triste.

—Hasta hace dos años no sabía nada de la maldición —continuó hablando él entre lágrimas—. Me enteré por la biografía familiar.

Ella asintió.

—¿Lo creíste? —quiso saber.

—Al principio no.

La mujer suspiró. A todos les había sucedido lo mismo.

—¿Te importaría contarme nuestra historia, abuela? Tienes una voz maravillosa.

Ella aceptó complacida. Luego empezó su relato.

—Hace mucho tiempo, en un pueblo cercano a Granada, vivía un muchacho guapo y honesto llamado Julio, como tú. Tenía a todas las mujeres encandiladas y muchas madres pretendían casarlo con sus hijas. Pero él siempre rechazaba las proposiciones que recibía, sin saber que entre todas sus admiradoras había una especial.

»Amparada se llamaba la mujer del alcalde. Guardaba muy bien las apariencias, pues en secreto practicaba las artes oscuras. Era una bruja caprichosa que deseaba al mozo para su hija. A pesar de eso fueron pasando los años sin que nadie conquistara el corazón de Julio, hasta que un día apareció en el pueblo una nueva familia venida de la ciudad…

—Un matrimonio con tres hijas —la interrumpió su nieto, con voz soñadora— a cada cual más hermosa. Y quiso el destino que el bueno de Julio se enamorara de la mediana, que curiosamente, se llamaba Juliana. Todo suena a cuentos de hadas —añadió—. Lástima que estemos en una pesadilla.

Carmen sintió la tentación de acariciarlo.

—¿Quieres que prosiga?

Obtuvo un gesto afirmativo como respuesta.

—La boda se celebró tras un intenso noviazgo y Amparada no soportó que Julio se casara. El muchacho había osado rechazarla a ella como suegra y merecía un castigo. Invocó a las tinieblas y creó un terrible maleficio que duraría diez generaciones.

»Juliana murió tras dar a luz a una preciosa niñita, justo cuando Julio cumplía treinta y seis años. Esa misma noche, la primera de luto, el hombre recibió la visita de un ser oscuro que se alimentó de su desesperación, susurrante, hasta que consiguió inducirlo al suicidio, dejando huérfana a una pobre criatura.

—La décima generación fue mi madre, ¿verdad?

La mujer iba a responder cuando la oscuridad se volvió densa y gélida. El hombre se levantó de repente, alertado.

—Ya está aquí, cariño.

Unas manos de dedos largos y retorcidos navegaron en las tinieblas.

—Pobre alma rota… —dijo una voz cascada.

El espectro cobró visibilidad y empezó a danzar alrededor de Julio con movimientos enfermizos.

Carmen recordó la primera vez que la vio y pensó en la ironía del destino. Toda magia oscura tenía un precio. Tras fallecer, Amparada pagó el suyo quedando condenada a ser la mensajera de muerte que había pretendido invocar.

—Es insoportable —decía la bruja— Acaba con el sufrimiento. Yo veo como tu corazón sufre.

—¡Abre la ventana, cariño! —exclamó la mujer. Veía resignada como su nieto se tragaba aquella ponzoña plagada de mentiras y no podía interferir de otro modo—. ¡No tiene control sobre ti, te reclama porque es avariciosa! ¡La maldición terminó con tu madre, no la escuches!

—Lola te espera, Julio. Está sola en la oscuridad… Grita tu nombre y llora…

Él temblaba. Sentía como esas palabras se le clavaban en el alma como un millar de alfileres. Carmen supo que estaba cediendo, si no hacía algo más la maldición ganaría de nuevo.

—¡Recuerda a Casandra, tu hija! —le gritó a su nieto, desesperada—. ¡Recuerda la promesa que le hiciste a Lola antes de que muriera!

Entonces el hombre reaccionó y la miró. Sabía que le habían concedido un regalo al mandársela para velar por él. Pensó en su pequeña, en que tenía los mismos ojos verdes de Lola.

—¡Tu dolor aúlla! —escupió el ser—. ¡Acaba con él, hazlo ahora!

Las manos de Julio se aferraron a la correa de la persiana y la estiraron con fuerza, dejando que la luz devorara las tinieblas. Carmen sonreía. Ya empezaba a desvanecerse junto al espectro, a sabiendas de que el maleficio se había terminado al fin.

Ambos contemplaron como Amparada se esfumaba absorbida por la claridad, chillando de agonía.

—¿Y ahora qué? —le preguntó Julio a su abuela cuando se quedaron solos. Lloraba de forma liberadora.

Ella volvió a regalarle una sonrisa. También se marchaba, apenas era visible ya.

—Ahora lucha por la hija que te ha dado Lola. Aprenderás a vivir con el dolor, lo prometo. Y sobre todo, mira hacia delante, siempre hacia delante.

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RONDA DE RESEÑAS: ESPECIAL VICTORIA ÁLVAREZ

RONDA DE RESEÑAS: ESPECIAL VICTORIA ÁLVAREZ

Esta semana os presento la segunda reseña de mi nueva etapa lectora. Pero os aviso de que va a ser un poco distinta a la anterior. Eso es debido a que he decidido hacer un especial sobre una autora descubierta el año pasado. Y al mismo tiempo me parece una forma genial de meterme algo de caña con el tema reseñil.

Hoy vamos a hablar un poco de Victoria Álvarez, una joven escritora salamantina que es muy prolífica y en su haber ya cuenta con 9 novelas publicadas. No he leído todo su trabajo pero sí cuatro de sus obras, que son las que desgranaremos a continuación.

Empezaremos con “Hojas de dedalera” que además, resulta que es su primera novela.  Y acabaremos con la trilogía “Dreaming Spires”, que tiene muy buena acogida de público y crítica.

Pero antes de entrar en materia me gustaría hablaros un poco de su autora. Vayamos a ello.

Victoria Álvarez —a partir de ahora me referiré a ella solamente como Victoria— tiene 33 años y es profesora de historia del arte de la universidad de Salamanca. Está especializada en la literatura artística del siglo XIX y ya os puedo asegurar que se nota en su narrativa. Y spoiler: para bien, o al menos a mi me gusta mucho.

He de decir que no la conocía de nada hasta que me la encontré en Twitter. Y al ver que era escritora, la seguí como hago con muchos otros. A partir de ahí empecé a leer algunos de sus comentarios y la verdad es que me atrajo su forma de ser. Me cayó muy bien y me gustó la actitud que tiene con sus lectores.

Además tenemos una conocida en común, Gabriella Campbell. Durante una charla con ella salió a relucir “Tu nombre después de la lluvia”, el primer libro de la trilogía “Dreaming Spires”. Yo ya conocía esa novela porque al seguir a Victoria con mi cuenta del pájaro azul, me había dado por buscar algo de su obra.

En la conversación, Gabriella me aconsejó que asistiera a todas las presentaciones de libros que fueran en Barcelona. Y huelga decir que es un consejo sabio y que se presentó en el momento indicado.

Unos días después de aquella charla Victoria presentaba su última novela, “El príncipe de los prodigios”. Y como me había caído bien decidí empezar por ella. Me compré “Hojas de dedalera” y “Tu nombre…” —corto el título para no repetirlo— y fui a la presentación. Fue curioso porque no iba a comprar la novela que presentaba, pero asistí con las otras dos para que me las firmara. Quizá parece un poco raro. Pero hay un motivo para hacerlo. Y es que su último libro forma parte de una nueva trilogía, una que NO me había leído. Además, yo estaba empezando a familiarizarme con su obra.

Antes de acudir a esa cita en Barcelona me había dado tiempo a leerme “Hojas de dedalera”. Por lo que empecé a disfrutar “Tu nombre…” firmado por la autora. Creo que eso de que me firmen los libros ha degenerado en un vicio. Y quien sabe, quizá un día no muy lejano yo también esté por ahí firmando a otros.

Bien, ya me he enrollado mucho.  Como va a ser una entrada larga, bajo estas lineas hay dos botones que llevan a las secciones pertinentes. Lo comento por si alguien quiere leerse directamente la de Dreaming Spires. ¡Vayamos directo a las reseñas!

Londres. Corre el año 1888. Annabel Lovelace es una niña peculiar que vive con su tío y su esposa. Como él es el guarda del cementerio de Highgate pasa una parte de su infancia jugando entre las tumbas y fantaseando con las vidas de aquellos que partieron hace tiempo. Desde pequeña arrastra una enfermedad cardiaca y ha de lidiar con ella. Pero no todo es malo, ya que esa condición física le otorga el don de ver y hablar con los muertos. 

Tras un horrible suceso huye con su tía del cementerio para empezar una nueva vida lejos de allí.

Años más tarde Annabel se ha convertido en la médium más influyente del imperio británico. Pero las cosas se complican cuando su don la lleva a descubrir secretos que deberían haber permanecido ocultos y que pondrán en jaque a la aristocracia londinense, sobre todo cuando Scotland Yard se pone en contacto con ella para investigar unos crímenes del pasado…

Hablemos sobre “Hojas de dedalera”. Aunque antes de proseguir, dejadme aclarar un par de cosas:

La primera es que el libro me ha gustado en líneas generales, aunque no creo que vuelva a leerlo. Decir esto no es necesariamente malo. Sólo es que después me he leído la saga “Dreaming Spires” y sinceramente, me han gustado muchísimo más. Necesito matizar que de que de gustos los colores y que aquí prima mi opinión personal. Eso no quiere decir que “Hojas de Dedalera” sea una mala novela.

Y la segunda, que me ha parecido genial poder empezar a conocer a una autora nueva con el inicio de su carrera como escritora.

La trama tiene una manera muy original de tocar el tema de los desencarnados, creando el “Asfódelo”, una dimensión paralela donde van a parar las almas en pena. Anabel Lovelace, al ser una médium completa —puede verlos y oírlos— es capaz de invocarlos a placer, aunque luego son los espíritus los que deciden si acuden o no. En esta historia los fantasmas siguen conservando el carácter y la personalidad que tenían cuando estaban vivos, aunque no recuerdan como murieron y ese es uno de los motivos por el que se quedan anclados.

La novela se lee bien y no es nada pesada, aunque hay un desbalance en el ritmo narrativo. Tarda mucho en despegar —pese a ello me gustó la primera parte en Highgate— y después los acontecimientos se suceden de forma lenta, hasta llegar a un tramo final apoteósico y gótico a más no poder. Huelga decir que me encantó ese giro de la trama, aunque he tenido la sensación de que no se ha aprovechado como debería. Es una pena porque creo —a título personal— que de haber tenido mayor relevancia y haber comenzado antes le habría dado otro toque a la historia. Dadme un poco de salseo oscuro y soy un tipo feliz.

Ahora hablemos de los personajes. En líneas generales bastante bien, aunque hay uno en especial que sintiéndolo mucho, a mí acabó por parecerme insufrible. Ojo, estoy seguro que a otras personas no les habrá sucedido lo mismo. Como dije antes, hay tantos gustos en el mundo como estrellas en el firmamento. El afectado en cuestión no es otro que el siempre bueno y perfecto Víctor. No voy a mencionar cual es su papel en la trama para no hacer spoiler innecesario. Simplemente diré que me pareció un Gary Stu en toda regla.

¿Un qué? Puede que os preguntéis algunos. Haré un inciso para explicarlo de forma sencilla:  

Hay dos términos que se usan en la literatura para referirse a personajes perfectos sin mácula.

El Gary Stu: en caso de ser masculinos.

Y el Mary Sue: en caso de ser femeninos.

Víctor sólo tiene un defecto. Es un fantasma. Y menos mal, porque en ocasiones me daban ganas de pegarle un tiro. Es muy probable que la animadversión que me ha despertado este caballero sea cosa mía. En ocasiones pasa, le coges manía a un personaje y ya está. Aunque no es propio que eso me suceda a mí.

En cambio Annabel está mejor planteada. Es una mujer preciosa, con una cabellera roja como el fuego y el prototipo de damisela que me gusta, buena persona, inteligente y con mucho carácter. Tiene defectos, algo que logra que empatices mejor con lo que le sucede. La señorita Lovelace se despista con algunas cosas muy importantes a lo largo de la trama e incluso llega a sufrir los desvaríos de las obsesiones. Eso la hace humana y a mi parecer, le da matices que el bueno de Víctor no tiene.

La cosa que más destaca en “Hojas de dedalera” es la forma de narrar de Victoria, de meterte en el ambiente de la época. Consigue sin esfuerzo mantenerte en la novela y que vayan sucediéndose las páginas. Podría seguir contando cosas de la obra pero prefiero que si os ha llamado la atención, la descubráis por vosotros mismos. Ahora demos un salto. Vayamos a por la saga «Dreaming Spires».

Libro 1: “Tu nombre después de la lluvia”

 

Oford, año 1903. El profesor Alexander Quils regresa a su casa después de asistir a unas conferencias en Londres. Un traumático suceso de su pasado y la madurez le han dotado de una melancólica sabiduría. Mientras tanto, Oliver Saunders trabaja en un proyecto de la universidad que en el fondo detesta, encerrado en cuarto del Balliol College. Es un joven huérfano y tímido que sueña con escribir novelas góticas. Y en Egipto Lionel Lennox, un hombre aventurero y amante de las faldas ligeras, se prepara para profanar la tumba de una princesa egipcia.

Estos tres amigos aparentan no tener nada en común. Pero son amigos de hace tiempo y comparten afinidad e interés por las nuevas ciencias que exploran el más allá. Además, llevan un periódico llamado “Dreaming Spires” en el que tratan estos temas bajo seudónimo.

Un buen día el profesor Quills recibe una carta  que lo intriga. Viene de Irlanda y la escribe una mujer que les pide ayuda. Por lo visto en su pueblo han muerto personas debido a una Banshee, una criatura que predice o provoca la muerte, siempre precedida por lágrimas y lamentos de tiempos olvidados. Es de esta forma como los tres amigos viajan a una tierra plagada de canciones antiguas y mitos, bajo las tempestades de corazones rotos hace tiempo.

Érase una vez en Irlanda…

Libro 2: Contra la fuerza del viento

 

Oxford, 1905. Ya han pasado unos años desde los acontecimientos sucedidos en “Tu nombre después de la lluvia” y la vida ha sido generosa con el equipo del periódico “Dreaming Spires”. Todo transcurre con tranquilidad hasta que un día la bella y misteriosa señorita Stirling vuelve a irrumpir en sus vidas. Y lo hace con una tentadora oferta de su jefe bajo el brazo.

Alexander y su excéntrica sobrina Verónica, Lionel y Oliver acceden a acompañarla a un pueblo cercano a Nueva Orleans, con la intención de descubrir qué hay de cierto en la leyenda del Perséfone, un bergantín hundido en el río Misisipi bajo misteriosas circunstancias, allá por el año 1862.

Libro 3: El sabor de tus heridas

 

Oxford, Navidad de 1909. Hace años que el equipo de “Dreaming Spires” se ha dispersado. Pero todo cambia cuando Chlöe, la hija de Oliver, es secuestrada en Nochebuena. Al mismo tiempo la señorita Stirling acude a Lionel huyendo de unos hombres que intentan asesinarla. Y parece que los sucesos están perpetrados por la misma mente criminal…

Nuestro héroes se ponen en marcha en una aventura contrarreloj, que los llevará del París de principios de siglo hasta la ciudad de Karlovy Vary, en Bohemia. Esta última aventura los hará cruzar los límites del tiempo, entre 1909 y 1524, bajo amenazas del presente y almas atormentadas del pasado. Las vidas de todos están en peligro mortal y para salvarse, deberán desentrañar el más complicado de los misterios…

Soy un hombre que lee de todo. Pero hacía tiempo que no me atrapaba una saga. Y tenía muy olvidado el género de aventuras al que podría pertenecer “Dreaming Spires”. Además durante toda la narración —de los tres libros— he percibido un halo a novela clásica entre sus páginas, pero quizá plasmado desde una perspectiva actual.

“Tu nombre…” es la tercera creación de Victoria y se notan cambios respecto a la obra reseñada con anterioridad. No he leído “Las eternas” —segunda novela—, pero todo es más y mejor en esta saga. Empezando por los personajes, que están muy bien construidos y balanceados.

Los protagonistas y componentes del periódico “Dreaming Spires” son entrañables. Bueno, quizá Lionel Lennox no. Pero Victoria consigue que te caiga bien y que veas que en el fondo es un buen tipo, pese a la fachada de chulo y la personalidad que tiene al principio de la historia. Alexander Quills me parece brillante. La mezcla de observación/sabiduría/trauma lo dota de mucha profundidad. En cuanto a Oliver Saunders, tendré que ser sincero y decir que por ser un joven soñador y sensible con aspiraciones literarias me ha recordado a mí en algunos aspectos. Los tres forman una buena combinación y se complementan entre ellos a la perfección.

En cuanto a la bella, misteriosa y distante señorita Stirling no hay mucho que decir. Es uno de los mejores personajes que hay en la saga. Se va perfilando a lo largo de los libros, logrando que el lector comprenda por qué actúa como lo hace. Aún no tengo claro si es un secundario o no. Creo que empieza como tal y en el segundo libro se convierte en otra protagonista más, junto a la excéntrica Verónica Quills, esa joven rebelde, resolutiva y artista bohemia que también me ha gustado mucho. Ambas chicas tienen momentazos en los libros.

También hay hueco para el romance en “Dreaming Spires”. Son tramas que están bien implementadas y no se hacen pesadas ni entorpecen la narración.

Por último me gustaría destacar el villano de los libros, el misterioso príncipe Dragomirasky y como el equipo del periódico va descubriendo su inquietante historia. El único punto negativo que le veo lo encuentro en el segundo libro. Y es que no acabo de comprender las aspiraciones reales que tiene para hacer lo que hace. Me quedó una sensación extraña al terminar la novela, no sé muy bien por qué.

Podría seguir contando cosas sobre la obra pero prefiero que si os ha llamado la atención, la descubráis por vosotros mismos. A mi parecer es una saga que merece la pena. Aún no sé si leeré la trilogía en la que Victoria está inmersa ahora mismo. Pero en poco tiempo publica  “La voz de Amunet” —su último trabajo y esta novela casi seguro que caerá desde el minuto número 1. Mezclar ambientaciones como el antiguo egipcto y la época de Napoleón —en una historia de maldiciones y almas en pena— tiene todo los ingredientes que me llaman la atención. También está su última novela corta,“La costa de alabastro”, que me han recomendado y que apunta a que una Victoria gótica se ha desatado para escribirla. Y que diablos, como dije antes, dadme un poco de salseo oscuro y soy un tipo feliz.

Muchas gracias por leer esta ronda de reseñas. Considero que Victória Álvarez tiene mucho talento que soltar y mucho que decir todabía. Voy a dar una pista sobre el próximo autor que deseo reseñar. ¿Que tienen en común el antiguo Egito, Cádiz, Steampunk gótico español y Lovecraft? Ahí lo dejo. ¡Hasta la próxima! ; )  

 

Me llamo Ramón Márquez Ruiz y soy escritor, diseñador gráfico e ilustrador. Bienvenidos a Novelesco. Si deseas saber más cosas sobre mi, clica abajo. Muchas gracias por leerme ; )

RESEÑA: LA SOCIEDAD DE LA LIBÉLULA

RESEÑA: LA SOCIEDAD DE LA LIBÉLULA

Hasta hace poco tuve una etapa de bloqueo lector. Intentaba devorar cualquier libro como hacía antes y me era imposible. Curiosamente también me sucedía al escribir, aunque he de reconocerlo, me forzaba muchísimo más cuando la cosa se trataba de crear mis propias historias.

Por fortuna llevo unos meses leyendo bastante y he decidido que este 2019 voy a desempolvar y quitar las telarañas de la sección de reseñas. Me parece una manera genial de intentar afianzar ese hábito sano que echaba tanto de menos. Y quizá, de forzarme a escribir algo que me cuesta horrores, logrando que salga un poco de mis zonas de confort.

Así que demos comienzo a la nueva ronda reseñil —término sacado de la chistera cual conejo blanco— con una novela fantástica, “La sociedad de la libélula”, de Ana González Duque. Pero antes de meterme en materia me gustaría poneros en contexto y presentaros un poco a su autora.

Ana es una mujer polivalente y todoterreno. También es doctora, anestesista en especial. Este dato tiene mucha importancia ya que inspiró la novela que nos ocupa hoy, pero vayamos por partes. Cuando estaba trabajando de médico escribió su primera novela, “El blog de la doctora Jomeini”, que tuvo gran acogida de público. Esta historia narra las aventuras y desventuras de una joven doctora que se muda a Madrid desde Gran Canaria, para dar comienzo a su vida laboral.

Publicar abrió los ojos de Ana, que se había dado cuenta de que su auténtica pasión era escribir e intentar vivir de las letras. Así dio comenzó un nuevo camino de conocimiento que la ha llevado, después de mucho tiempo, dedicación y esfuerzo, a ser una referencia en el ámbito del márquetin digital pensado para escritores. Tanto es así que tiene Molpe, su propia plataforma de cursos online que engloba muchos aspectos interesantes y conocimientos para los escritores emprendedores. Además cuenta con una fantástica red de colaboradores. Yo he tenido el honor de ser uno de sus profesores en un curso de iniciación al podcasting y me encantaría continuar en su plataforma.

Ana ha publicado varios libros de no ficción como “El escritor emprendedor” y “Como escribir fantasía”, este último dedicado a dar pautas y consejos para que puedas crear tu novela fantástica sin morir en el intento. Pero además, vuelvo a recalcar que también escribe ficción, sintiendo especial interés en la literatura juvenil. En su haber tiene ya en el mercado la bilogía de “Leyendas de la tierra límite”, de corte fantástico. Y su última creación, “La sociedad de la libélula”, la historia de la que os voy a hablar a continuación.

Una vez hechas las presentaciones, vayamos a ello.

Isabel es una joven e insegura escritora con mucho talento. Su vida da un giro radical cuando pasa las pruebas de selección de “La sociedad de la libélula”, la mayor editorial de fantasía del país. Una vez dentro conoce a Melchor Malatar, su enigmático editor jefe, y su particular modo de trabajar. Pues resulta que es el inventor del traslador, una extraña máquina que permite a los escritores vivir sus propias historias desde dentro, mientras la escribe por ellos. Pero no todo es lo que parece y pronto, Isabel descubrirá que la realidad siempre puede ser laberíntica y compleja. Ya que al conectarse al artilugio acaba en Anisoptera,  un mundo helado y agónico que fallece bajo el frío y la nieve, poblado de extrañas criaturas. Un mundo que ella jamás había imaginado. Por si esto fuera poco la desparición de un famoso novelista y un asesinato conjugarán una trama llena de misterios que tendrá que resolver. ¿Que se oculta tras las puertas de la editorial?

Tuve la suerte de poder asistir a la presentación de “La sociedad de la libélula” en Barcelona y Ana contó cosas muy interesantes. Como por ejemplo el ejercicio del que surgió la novela. Fue escrita mediante sesiones de coaching con Gabriella Cambell y Jose Antonio Cotrina, dos autores que son carne de cañón para esta sección, pues le tengo muchas ganas a su obra conjunta, “Crónicas del fin”.

Y la autora tuvo la inspiración para escribirla —o en especial, idear el traslador— de cuando trabajaba como anestesista. Porque… ¿A dónde nos vamos cuando dormimos? Esa pregunta siempre había navegado en la cabeza de la autora, dándole la idea en la que se basa parte del argumento de la obra.

Otra elemento a destacar es el Worldbuilding de la novela. Está muy trabajado, dotando a la lectura de una dimensión extra que se percibe desde las primeras páginas. Anisoptera es un mundo único en el que Ana no ha dejado nada al azar. Todo ha sido estudiado con cuidado para dotarlo de vida, creando un lugar carismático con sus propias leyes naturales y evolutivas.

La trama está estructurada como un puzzle cuyas piezas van encajando a lo largo de la narración, contada desde los puntos de vista de cuatro personajes. Los capítulos no son muy extensos e intercalan la acción entre Anisoptera y la Madrid del mundo “real”, con un ritmo que va in crescendo, repleto de misterios y giros.

“La sociedad de la libélula” es una lectura amena que me atrapó desde la primera descripción, logrando que sin darme cuenta, en cada sesión de lectura me leyera cuatro, cinco o seis capítulos del tirón. Yo soy de los que prefieren leer por las noches en la cama. Para mí es un ritual, dejar marchar el día de una forma perfecta. Y ya supondréis que mientras me duró el libro no me dormía muy pronto, que digamos.

En definitiva, podría tirarme mucho rato hablando de esta fantástica obra. Pero quizá prefiero que la descubráis por vosotros mismos. Lo último que voy a comentar antes de dejaros trata sobre el maravilloso diseño de la cubierta. Yo también soy ilustrador, por lo que valoro mucho ese tipo de cosas. Y Libertad Delgado tiene un recorrido espléndido en el mundo del diseño editorial, por no mencionar que ya hay muchas portadas en su portfolio. Os recomiendo que busquéis su trabajo.

¡Nos vemos la semana que viene! 

Me llamo Ramón Márquez Ruiz y soy escritor, diseñador gráfico e ilustrador. Bienvenidos a Novelesco. Si deseas saber más cosas sobre mi, clica abajo. Muchas gracias por leerme ; )

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